Diálogo.

-¡Hola señora Anita! ¿Cómo está?

- ¡¿Que tal  Sr, Raúl!? muy bien, gracias.

-  Me he enterado por televisión de un trágico accidente aeronáutico, aunque fue ya hace bastantes años.

- ¿De cual se refiere usted,señor Raúl? Yo sé de muchos.

- El accidente del Transbordador Espacial Challenger del año 1986, ¡Imagínese, del 86! !y yo recién me entero de lo sucedido!

- ¡Oh! ¡Pero si ese es tan conocido! ¡La noticia causo gran impacto en todo el mundo! Está catalogado como el accidente mas grave de la historia aeronáutica. Se rompió a tan solo 73 segundos de haber despegado.

Challenger en su despegue

- ¡Una verdadera tragedia!. Murieron los 7 tripulantes, 2 minutos y 45 segundos después después del lanzamiento, la cabina impactó contra el mar a unos 333 km/h. La nave se desintegró sobre el Océano Atlántico.

- Sí. Algunos de los astronautas parecen haber estado conscientes después de la desintegración, ya que, por lo que se, habrían activado tres de las 4 máscaras de aire. Sin embargo, aunque parece que las tres máscaras estuvieron activas hasta el impacto sobre el océano,  se desconoce cuánto tiempo estuvieron conscientes.

- ¡Claro! El accidente se produjo por un mal funcionamiento de las juntas tóricas. La noche anterior del despegue, hubo mucho frío especialmente, lo que hizo que las juntas no se cerraran del todo bien, y provocara una fuga de gas.

- Exactamente. La fuga de gas perforó el depósito principal de combustible, terminó envuelto en llamas. ¡El Challenger quedó expuesto a un vuelvo supersónico incontrolado!

- Eso conllevó a su desintegración.

- Exacto. ¿Me recuerda usted el objetivo de ese vuelo?
- Le explico. La misión tenía como objetivo principal la puesta de unos satélites en órbita. Aquellos satélites eran de comunicación, que pertenecían a los Estados Unidos. Su misión era establecer comunicación entre los controladores de tierra y otros satélites en órbita. Se diseñaron especialmente para el programa espacial tripulado y los satélites militares. El Challenger debía haber llevado un satélite de esos a órbita. ¿Me entiende?
- Perfectamente. Y que todo halla salido tan mal desgraciadamente...

- Una verdadera pena, Anita.